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martes, 27 de marzo de 2012

“El maleficio de la mariposa”


El maleficio de la mariposa” es una de las obras teatrales de Federico García Lorca, representada por primera vez a finales de diciembre de 1919 (aunque haya sido infinidad de veces tildada de irrepresentable), por la empresa del Teatro Eslava de Madrid. Es una “comedieta”, como así la titula Lorca al final de la obra, organizada en un prólogo (en el que, como en otras obras suyas, habla el propio autor, dirigiéndose al público, sobre la obra que éste se dispone a ver representada), y dos actos.
Esta comedia es una obra dialogada, aunque los diálogos son de carácter lírico, de una forma casi continua, y no eventual, con escasas acotaciones (excepto para las minuciosas descripciones de la situación al comienzo de los dos actos), protagonizada por una serie de insectos, en su mayoría cucarachas (curianas), que, saliéndose de su habitual vida instintiva, adquieren la capacidad de reflexionar y, sobre todo, de amar (a lo que Lorca denomina “hacerse poeta”, en boca de los insectos). Esta conversión, además, está protagonizada por el enamoradizo hijo de “Doña Curiana”, “Curianito el nene”, aprendiz de una mágica curiana, la “Curiana nigromántica”, que le enseña cómo vivir siendo “poeta”. Aunque la Curiana nigromántica le da un consejo, que nunca debe de enamorarse, él lo incumple.

Aparte de estos personajes principales, también intervienen otros como “Alacrancito el Cortamimbres”, que representa la embriaguez y maldad de las personas; “Curianita Silvia”, que se encuentra enamorada de “Curianito el nene”, que la amó, aunque ya no la ama; “Doña Orgullos”, madre “orgullosa” de dos “Curianitas niñas”; “Curiana Santa”, que representa la religión en la sociedad forestal; tres “Gusanos de luz”, que aparecen bebiendo rocío; dos “Curianas campesinas”; y una “Curiana guardiana” que cuida de que nadie (en concreto Alacrancito) entre en la estancia en la que se cura a la “Mariposa”; y, por último, y desempeñando también un importante papel, a pesar de tener pocos diálogos, la propia “Mariposa”, representando la pureza, y la adoración del pueblo ante lo desconocido.
En cuanto a la cronología, no se menciona nada, y tampoco resulta relevante, aunque sí es cierto que no se desarrolla en la actualidad, ya que en el prólogo el autor introduce la comedia como algo que pasó “hace mucho tiempo”, refiriéndose al comienzo de la situación en la que esos insectos, en concreto “Curianito el nene”, sobrepasan las barreras del puro instinto de subsistencia y supervivencia, adquiriendo personalidades humanas. La situación, aunque no se concreta el lugar exacto, en parte porque resulta totalmente innecesario, se da a conocer igualmente en el prólogo como una “escondida pradera”.


COMENTARIO PERSONAL

Esta obra me ha parecido extremadamente peculiar, incluso para la original literatura de F. G. Lorca, ya que muestra una sociedad totalmente humana, con cada uno de los caracteres que la componen, y asignando cada papel de la misma a un insecto, de acuerdo al concepto que los propios humanos solemos tener de ellos, excepto los principales personajes, las curianas, a las que les proporciona una personalidad si bien enamoradiza, poética, mística u hogareña, en contraste con nuestra visión estándar de este insecto.
Otro punto a destacar es la denominación de Lorca de la obra como comedia o comedieta (aunque si bien es verdad que en el prólogo la llama “comedia rota”), ya que, aunque es obvio que el autor no pretendía crear una comedia del absurdo, que provocara hilarantes carcajadas en el público, la obra carece de cualquier signo de comicidad, ni tan siquiera un atisbo de que Lorca la pretendiera.
También cabe mencionar lo representado por la “Mariposa”, que constituye la pureza, estando caracterizada en la obra como algo mágico y fantástico, envuelto en un halo etéreo, como algo intocable, ante la admiración del resto de personajes, que al desconocerla la curan y adoran como algo maravilloso y casi divino.
Por último, llama la atención la extraña muerte de “Curianito”, que se produce con la locura del mismo provocada por el amor por la “Mariposa”. En un principio, “Curianito” clama enfáticamente sobre la pobreza de su existencia, y súbitamente preguntan qué pasa tanto la “Curiana nigromántica” como la “Curiana guardiana”; de nuevo de repente, la escena salta a una marcha fúnebre por “Curianito el nene”, envuelto en un pétalo, y protagonizada por los insectos. Esta última escena, además, se encuentra entre cortes que no se hallaban en el original de Lorca, aunque encontrados como borradores y posteriormente añadidos.
En general, me ha parecido una obra realmente singular, difícil de comprender en algunos puntos, y que sobrepasa incluso la peculiaridad ya de por sí característica de su autor.

José Polo Gómez 3º ESO A

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